Queremos un Decano que atienda los problemas de los estudiantes

Año tras año, vemos como se repiten los mismos problemas, la masividad en los cursos de los primeros años pero especialmente en el primer semestre, deja a muchos compañeros afuera, la baja oferta de horarios que hace casi imposible trabajar y estudiar, las limitantes administrativas que poco ayudan en el desarrollo académico de los estudiantes (como el límite de cursadas), etc.

Cada año, cientos de compañeros abandonan sus estudios y la facultad cuenta con ello, los institutos planifican sus cursos para una cantidad considerablemente menor de estudiantes de los que se inscriben a los mismos. Por poner un ejemplo, en GAL1 hay inscriptos 2492 estudiantes, los cuales tienen para elegir 4 grupos de teórico presencial en salones cuya capacidad suma 660 personas ¿Qué pasa con los 1832 estudiantes que no entran en los salones? ¿Se van a conectar todos al único horario virtual? ¿Qué provecho se le puede sacar a una clase virtual de más de 1800 personas?

De los informes de actividades de los institutos, pudimos obtener la cantidad de horas que los docentes le dedican a enseñanza de grado (preparación de cursos, dictado de clases y correcciones de pruebas). Los docentes tienen funciones de enseñanza, investigación y gestión principalmente, el peso de la enseñanza en promedio es de un 25%, lo que permite concluir que no es su función principal.

Queremos una facultad donde la enseñanza ocupe su lugar como principal tarea universitaria, esto sin dudas debilitará la dedicación a otras funciones pero creemos que es necesario que los docentes (en particular los de mayor grado y carga horaria) dediquen un porcentaje mayor de su tiempo a la enseñanza de grado. ¿Por qué los grados altos solamente dictan clases teóricas? ¿Cuánto afecta su dedicación a la investigación las 3 horas semanales necesarias para dictar una clase de práctico?

Nosotros creemos que los problemas de masividad no solo se pueden solucionar con más presupuesto, sino discutiendo sobre las prioridades de los docentes y dedicando mayor tiempo a enseñanza, a su vez, creemos que las asignaturas de primeros años que son las más desbordadas deberían contar con apoyo central de la Facultad.

Por otro lado, vemos cómo se quiere controlar el avance de los estudiantes con limitantes que muchas veces no tienen sentido académico, como por ejemplo, el límite de cursadas o los cupos. El límite de cursadas, es una decisión principalmente de los docentes por miedo a que los cursos se desborden y tengan que corregir más pruebas, años previos a la pandemia e incluso durante la pandemia, se levantó el límite de cursadas y no afectó de ninguna manera sensible, la cantidad de estudiantes de los cursos pero es una traba que sigue existiendo y que lejos está de ser una solución a un problema.

Nuestra Facultad tiene tres periodos de exámenes (cuatro en el caso de asignaturas con examen completamente obligatorio), teniendo en cuenta la gran cantidad de estudiantes que pierden asignaturas y que en muchos casos, están cerca de los conocimientos requeridos para aprobar, la espera de varios meses, con dictado de clases mediante, perjudica el desempeño y las posibilidades de avance, consideramos que deben existir más instancias de evaluación siendo éstas la forma de seguir motivado y avanzar. Cuando las asignaturas se bisemestralizaron en la Facultad, lo que permitió principalmente es dar continuidad, y aquellos que recursaban podían hacerlo inmediatamente, teniendo un elemento motivador más la posibilidad de avanzar en la carrera sin tiempos muertos, aumentar la cantidad de períodos sólo iría en el sentido de mejorar el ritmo de avance.

Las alternativas de cursado son claves porque en la Facultad hay miles de estudiantes distintos y esto implica una diversidad de situaciones que es difícil de contemplar, por esto, consideramos que la calidad de libre es una herramienta necesaria para permitir a los estudiantes organizarse como quieran, según sus posibilidades y así avanzar en la carrera a su ritmo, muchas veces los horarios de los cursos son prohibitivos para algunos y tener mayor flexibilidad es la única posibilidad de realizar una carrera ya de por sí desafiante por sus contenidos. 

En el mismo sentido, la diversidad de horarios es algo que entendemos clave, la incompatibilidad entre asistir a clase y trabajar no puede ser una traba para el desarrollo de la carrera, por esto, creemos que los nuevos esfuerzos en enseñanza deben estar focalizados en crear variedad de turnos y horarios. 

Nuestra Facultad no está exenta de casos de violencia, acoso y discriminación. Necesitamos una Fing que actúe con rapidez y eficacia ante estos casos, sin importar quiénes sean los involucrados.

Desde el FPE hemos promovido reuniones de estudiantes para definir a qué candidato apoyar (el FPE tiene 3 votos según las Elecciones de 2021). En este sentido, surgió la importancia de plantear qué facultad queremos y qué problemas o propuestas tenemos los estudiantes, definiendo nuestro apoyo en base a eso, donde surgieron los temas desarrollados anteriormente. De reuniones con los candidatos y preguntas que les planteamos, de participar en las instancias que organizó la facultad, el jueves 9/3 vamos a votar al candidato Pablo Ezzatti.

Independientemente del apoyo y de quién sea el nuevo Decano de FING, es claro que los estudiantes tenemos que seguir poniendo sobre la mesa nuestros problemas e ideas y continuar reclamando por mejores condiciones de estudio.

Sigamos construyendo una FING para todas y todos.

No Comments

Add your comment